martes, 1 de noviembre de 2011

Del "soy minero" al "dale a tu cuerpo alegría Macarena"

Antes de empezar el capítulo, quiero decir públicamente que los días con mi amigo iMan van de puta madre y que no le guardo rencor por echarme en cara el precio que pagamos en una cena de 4 euros, antojo de pizza, y por haberme jodido un momento romántico cuando contemplaba el cielo repleto de estrellas en las lagunas altiplanos y él se puso a mear a dos metros de mi, GRACIAS AMIGO!!!
Después de estos apuntes, una vez salimos de Uyuni nos fuimos a Potosí. En el trayecto de bus, que iba mas lento que el Mario en la media maratón del half de calella, conocimos a cuatro catalanes, 3 de ellos estudiantes, y decimos estudiantes por no decir "pegarme unos meses de puta madre". Los 6 estuvimos juntos poco mas de día y medio, pero nos lo pasamos de puta madre. Al llegar a la ciudad tarde de birras y de charlas, decir que es la primera vez en mi vida que mantengo una conversación de mas de dos horas y no hablo de fútbol.
Al día siguiente fuimos a visitar las famosas minas de Potosí y al acabar la excursión todos estábamos algo afectados por lo que contemplaron nuestros ojos. La excursión empezó bien, visitando el mercadillo del minero donde se suele comprar algún detalle para los currelas como por ejemplo, hojas de coca, jugos y dinamita... Como lo habéis leído, DINAMITA, aquí puedes ir a comprar el mundo deportivo y de paso unos cartuchos de TNT por si tu vecino merengue te toca las narices cuando gana su equipo, aunque esto no es nada común últimamente.
iMan y yo compramos dinamita, como no, y una botella de alcohol, pero no os penséis que estos toman claras o tintos de verano, estos tíos toman alcohol puro de 96 grados, si si, de 96 grados, como para ponerlo dos guardias seguidas de ambulancia. Dentro de la mina todo fue muy cínico, ver como curraban los mineros, entre ellos niños de 13 y 14 años y en las pésimas condiciones en que se encuentran no es nada agradable.
Los cuatro catalanes se fueron al anochecer, un saludo y sacaros la carrera de una puta vez! Y suerte buscando trabajo en Brasil...
Mario y yo nos fuimos a cenar, nuestro suculento menú de euro y medio; y después nos fuimos con unos cuantos guiris de fiesta, ni Pacha, ni Jamboree ni Sutton ni ostias, nos fuimos al karaoke VULCANO. Nos pusimos al publico en la buchaca con la actuación de Macarena, que duro mas que una guardia en teléfonos, entre canción y birras paso lo que paso, estufada a 4.100 metros de altitud. Dos horas de sueño, un espidifren y para Sucre.
El trayecto fue bien, hubiera ido mejor si la gorda que estaba a mi lado se hubiese quedado en casa, y la niña que puso la música de su móvil para todo el bus se lo hubiese metido en el culo. Visita a la ciudad, partido del Barça, mientras Mario se pegaba una siesta como la de un domingo de guardia y de empalme, y por la noche vimos un curioso desfile de universitarios.
Al día siguiente nos fuimos a Tarabuco, pueblecito de artesanos a hora y media de Sucre, pero imaginaos lo largo que se puede hacer el trayecto dentro de una "Vanette" con 18 tíos, un gallo y un pestazo a zorruno de narices. Mario esta empezando a conocer el sufrimiento de cara a Austria. Por la noche viaje de 12 horas y a La Paz.

Esta crónica es de Raúl, Mario escribirá la ultima en la que estaremos juntitos. Enviamos un abrazo enorme a nuestro finisher-y-medio-y-un octavo, el "lamparitas mando a distancia" Souto. ANSIAAAAA!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario